La escuela ha sido habitualmente el reino de lo cognitivo. Debería ser, sobre todo, el reino de lo afectivo. Solo se ha preocupado por cultivar el cuerpo y la mente, pero ha olvidado el corazón. Le ha obsesionado siempre a la escuela el desarrollo del conocimiento, pero ha olvidado los sentimientos como prioridad esencial y como instrumento para llegar a la sabiduría.
En este libro, Miguel Ángel Santos Guerra reflexiona y hace propuestas sobre la necesidad y la importancia de educar el corazón. Buscar la felicidad de los alumnos no quiere decir que se les evite la exigencia, el esfuerzo, el buen comportamiento y el compromiso con un proyecto educativo. Los alumnos no solo tienen que exigirle a la escuela que les dé todo lo que tiene que darles sino que tienen que pensar en todo lo que ellos tienen que dar a su escuela para que sea mejor. Porque no solo tienen derechos, tienen también obligaciones.
Ojalá este libro llegue no solo a la cabeza de quienes lo lean, sino que alcance la esfera del corazón. De esa forma se traducirá en propósitos de acción y en motivo de alegría en el ejercicio de la profesión más difícil, más importante y más hermosa que se le ha encomendado al ser humano.
Editorial: HomoSapiens
ISBN: 9789877710557
Pàgines: 202
Idioma: Castellà
Enquadernació: Rústica
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